Barcelona (Agencias) .- Los hurtos de los carteristas a los viajeros del Metro de Barcelona han bajado un 25% este verano. Según ha adelantado el jefe de la Región Policial Metropolitana de Barcelona, Joan Carles Molinero, en una entrevista a la ACN, la presión policial que conjuntamente han ejercido agentes uniformados y de paisano de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, ha dado sus frutos.
El máximo mando policial de la capital catalana ha asegurado que también se ha conseguido aumentar en un 46% las detenciones de personas que tenían causas pendientes con la justicia o la policía. La tarea conjunta de Mossos y Urbana ha tenido más efectos colaterales para la seguridad ciudadana. El patrullaje en estas líneas de transporte ha elevado mucho las detenciones, un hecho que ha permitido que los carteristas "hayan dejado de actuar, lógicamente, en el resto de la ciudad", subrayó el comisario Molinero.
El aumento de las detenciones en el Metro se ha disparado. Este tipo de detenciones se llevan a cabo cuando se identifica una persona que tiene una causa pendiente con la justicia, con la policía o abierto un expediente de expulsión. Molinero ha explicado que el balance del dispositivo se explicará detalladamente en las próximas semanas pero ya ha querido avanzar que el amplio operativo desplegado en colaboración con la Guardia Urbana ha resultado "muy satisfactorio". Durante estos meses de verano los hechos delictivos en la red de transportes se han reducido un 25% en relación al mismo periodo de 2010.
La Guardia Urbana incrementa las detenciones un 32,5%
Por su parte, la Guardia Urbana de Barcelona ha incrementado un 32,5% las detenciones entre julio y agosto en relación al mismo periodo del año pasado, y han pasado a representar el 34,6% del total de arrestos, lo que representa un incremento de cinco puntos. En una entrevista de Europa Press, el primer teniente de alcalde y responsable municipal de Seguridad, Joaquim Forn, ha resaltado que "se ha avanzado" en la coordinación entre Mossos d'Esquadra y Urbana, con lo que este cuerpo ha incrementado los arrestos que suelen ser competencia de la policía catalana.
Al mismo tiempo, el Ayuntamiento ha reclamado que los mossos no miren hacia otro lado si ven infracciones de la ordenanza del civismo, una tarea más propia de la Urbana, lo que Forn ha ejemplificado: "Si un mosso ve a una persona orinando en la calle es autoridad, por lo que es evidente que debe actuar". Ha defendido que no pueden desaprovechar los 6.000 policías de la capital catalana -3.000 urbanos y 3.000 mosso-, y que pertenecen a "dos cuerpos con un único objetivo, dar seguridad, y hacerlo con una buena coordinación", dejando atrás el periodo en que ha sido insuficiente.
Según él, Barcelona necesita alcanzar los 3.800-4.000 Mossos, y tiene el compromiso de Interior de que el 23% de agentes de nuevas promociones serán para la capital catalana, a la par que el consistorio seguirá con las convocatorias de plazas de la Urbana ya el año que viene al menos para cubrir las bajas anuales. Ha garantizado que ambos cuerpos perseverarán en las operaciones conjuntas, y ha confiado en que ver a un mosso y un urbano patrullando juntos deje de ser una anomalía: "Ahora puede ser noticia, pero de aquí un año será lo más habitual del mundo ver patrullar agentes de dos cuerpos diferentes".
Ha reiterado que mantendrán el Operativo Red de patrullaje en el Metro porque continúa habiendo robos de carteristas, aunque en otoño deberá reducirse su intensidad coincidiendo con la reducción de turistas, y ha sentenciado: "No desaparecemos, porque es una necesidad, y la Urbana debe estar donde haya necesidad". Este verano también se ha incrementado la presión de la Urbana contra la venta ambulante, lo que --según Forn-- se ha notado especialmente en el centro, y se ha acompañado de una actuación sobre los almacenes que distribuyen ropa y gafas falsificadas, y latas.
