Todas las alarmas se activaron anoche, hacia las 22.00 horas, cuando un operador del Teléfono de Emergencias 112 atendió la llamada de un vecino de Alguazas, más tarde identificado como un joven de nacionalidad rumana, y escuchó a éste afirmar que acababa de dar muerte a su novia.
Algo que habría hecho en el transcurso de una violenta discusión, durante la cual habría comenzado a golpearla brutalmente. Apenas unos segundos más tarde, un segundo aviso añadía nuevos datos al suceso: supuestamente había metido a la joven en el maletero de su coche y la había arrojado al cauce del río Segura, junto a la rotonda de entrada a la localidad.
Otras llamadas de vecinos de la zona, alertando de que un coche había caído al río y que podía ir alguien en el interior, confirmaron la gravedad de la incidencia y movilizaron una gran cantidad de efectivos: al menos cuatro coches del cuerpo de bomberos, ambulancias dotadas de UCI móvil, un buen número de dotaciones de la Guardia Civil y de la Policía Local... Un auténtico despliegue, dirigido a llegar cuanto antes hasta el vehículo y a confirmar si una mujer, malherida o muerta, se encontraba en su interior. Algo nada sencillo, teniendo en cuenta que ya era noche cerrada -hubo que instalar focos para iluminar la zona- y la presencia de una gran masa de cañas que dificultaba el acceso hasta el lugar donde estaba el coche.
Según explicaron fuentes de los servicios de emergencias, efectivos policiales lograron localizar en las inmediaciones al hombre que, unos momentos antes, había asegurado haber matado a su novia de una paliza y procedieron a detenerlo. Fue introducido en un coche de la Guardia Civil, a la espera de que el turismo fuera sacado del río y de conocer si, como aseguraba, el cadáver de la chica se encontraba en el maletero.
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