La crisis no afecta a los miembros del Gobierno a la hora de tomarse unos días de vacaciones. Al igual que Leire Pajín ha lucido bikini estos días en la playa, Zapatero hará lo propio dentro de unas semanas. Al contrario que los del resto de ciudadanos, sus bolsillos no se verán resentidos. A los únicos a los que afectará será a todos los españoles que pagarán esas vacaciones con sus impuestos.
El presidente español es el único de toda la Unión Europea que, a pesar de la crisis, sigue cargando sus vacaciones a las arcas públicas del Estado. No solo las de él, si no también de quienes le acompañan. Con él van más de 100 personas, entre escoltas, guardias civiles, asesores, cocineros… Cada uno, solamente en dietas, cobra una media de 80 euros al día, lo que hacen 8.000 euros diarios por jornada.
Considerando que suelen ser 3 las semanas las que pasa de vacaciones, si se va esos 21 días, sus vacaciones cuestan a los españoles, tan solo en concepto de dietas alrededor de 160.000 euros. A esta cifra habría que sumarle el gasto que suponen los aviones, los desplazamientos, el combustible de los vehículos y la manutención, entre otros, que hacen un total de alrededor de 200.000 euros.
Mientras el Gobierno, pese a ser socialista, recorta gastos sociales y otro tipo de partidas presupuestarias de importancia para la ciudadanía, las vacaciones de Zapatero nos salen carísimas. Días de ocio y descanso para un presidente al que en las pasadas elecciones autonómicas y municipales los votantes demostraron que ya no lo quieren, pagados por todos los españoles, y que, al terminar la legislatura, seguirá viviendo del bolsillo de los ciudadanos debido al privilegio del sueldo vitalicio con el que cuentan todos los ex jefes de Gobierno.
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